HERMANO K.
Cuando el Corazón Habla. El Corazón Ascensional, a través de la Merkabah y la
liberación. Bodas Celestiales. 04-10-2012. ¡Importante, bellísimo!
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HERMANO K
4 octubre 2012
Mi nombre es HERMANO K. Hermanos y Hermanas encarnados, presentes
aquí y en otro lugar, instalémonos, en primer lugar, en un estado de Paz
propicio permitiendo, más allá de las palabras que voy a transmitirles, de vivir
el impacto Vibratorio y sobre la conciencia.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Las palabras que tengo para transmitirles, así como la Vibración y la
conciencia que las llevan, van a intentar hacerles tocar la esencia misma de lo
que se produce cuando el corazón habla. Esto se inscribe directamente en los
mecanismos correspondientes a la activación de lo que es nombrado el Corazón
Ascensional, a través de la Merkabah. Yo no evocaré los procesos, Vibratorios ni
de localización: no son de mi incumbencia. Sino, más bien, darles los elementos,
que son esperados, en cuanto a las modificaciones visibles en el desarrollo de
la conciencia, tanto del Yo, como del Sí. El mecanismo de la activación del
Corazón Ascensional, unido al conjunto de los procesos que les han sido
liberados, esos últimos meses (y que quizá ustedes hayan vivido, en su
intensidad, en su globalidad, o por experiencia, o en ciertos momentos), va a
realizar, antes incluso de hablar de transición, Ascensión o Translación
dimensional, cambios, objetivos y concretos, de los mecanismos de funcionamiento
de vuestra conciencia. Describir estos mecanismos, obtenidos por la puesta en
funcionamiento del Corazón Ascensional, permite también situarse con respecto a
esos llamados mecanismos y para, eventualmente, ajustar vuestra conciencia
ordinaria con respecto a lo que se produce cuando el Corazón Ascensional, y la
Liberación, tiene lugar, o ha tenido lugar. En ese momento, la conciencia que se
expresa no es más la conciencia de la personalidad, incluso si la personalidad,
desde luego, está siempre presente, por el instante, ahí donde ustedes están.
Pero lo que se expresará, generalmente, no será más el ego de la persona, ni la
estructura egótica de base, pero sí el corazón de la
persona.
Cuando el corazón habla, bueno, las palabras no tienen más el mismo
alcance. El Verbo creador permite, por el Soplo mismo, y por la Vibración de las
palabras pronunciadas, tener una eficacia mucho más allá de las zonas de
comprensión del lenguaje, sino directamente sobre el aspecto Vibral. Es así, por
otro lado, que numerosos intervinientes, dentro de esta estructura, han podido
hacerles probar y vivir experiencias y estados de conciencia profundamente
diferentes, más allá del sentido de las palabras. La Vibración producida por las
palabras (cuando el corazón Ascensional está en acción, cuando la Onda de Vida
ha realizado su evolución, de la misma manera, el Canal Marial) ha permitido los
Encuentros con nuestras Dimensiones. Se ponen en movimiento, entonces, un cierto
número de procesos, llamados energéticos o Vibratorios. Pero, también y sobre
todo, se pone en marcha la modificación de la conciencia, fácilmente
perceptible. Estas modificaciones de la conciencia van a hacer que el conjunto
de los modos de comunicación, de los modos de intercambio y de relaciones, no
van a ser más definidos en el cuadro de la estructura egótica de base, sino,
directamente por el corazón. Y las consecuencias serán observables. Veamos pues,
si ustedes así lo quieren, cuáles son esas
consecuencias.
Cuando el Corazón habla, la conciencia del ser cuyo Corazón habla no
puede, en ningún caso, cualesquiera sean las situaciones, buscar cualquier
ventaja, sobre algún nivel que sea, con respecto a la expresión de lo que es, la
expresión de lo que se pide, la expresión de lo que se intercambia. Los
comportamientos espontáneos, ligados al Don, se manifiestan, yo diría, a
espaldas de la conciencia egótica de base. La conciencia se encuentra así pues,
a nivel de la persona, para dar y abrir, de manera mucho más espontánea, lo que,
antes, no podía ser el caso más que durante ciertas acciones o ciertos
Encuentros. La instalación de la Transparencia otorga la capacidad, a aquel cuyo
Corazón habla, de expresar las palabras que no son más resultantes, ni de los
pensamientos, ni de las ideas, ni del mental, sino directamente de lo que podría
ser llamada la Voz del Corazón o la Voz Interior o del Niño Interior. Lo que se
expresa, entonces (y de manera como yo lo he dicho, espontánea y autónoma), es
cada vez menos referenciado a la experiencia personal o a cualquier apropiación
o demostración personal, de sea lo que fuere.
Cuando el Corazón habla, las palabras se vuelven más importantes, no
en el sentido de las palabras que son empleadas, sino, más bien, en lo que es
vehiculizado, incluso por las palabras comunes. Mucho más allá de su
comprensión, el impacto es pues Vibratorio, y sobre la conciencia del individuo
al cual la relación se dirige. Cuando el Corazón habla, no hay ninguna ventaja
personal que se pueda sacar, ni buscar.
Cuando el Corazón habla, no pueden existir ni implicaciones
emocionales, ni implicaciones referenciadas con respecto a vuestro mental, es
decir a una referencia del pasado. La acción, la palabra, la expresión, se
vuelve, cada vez más a menudo, libre de toda contingencia, de toda regla social,
de toda regla moral, para expresar solo la Unidad del Corazón. Toda noción de
habladuría (en el sentido de intercambio estéril concerniente a un Hermano o una
Hermana que está ausente) es eliminada automáticamente de la conciencia egótica
de base.
El sentido del servicio, el sentido de la abnegación, no es una
obligación, sino se vuelve una imperiosa necesidad, directamente emitida por el
Corazón, haciendo que el servicio del Don de sí, se realice por sí mismo, sin
ninguna intervención de la voluntad o de la voluntad de hacer el
bien.
Cuando el Corazón habla, las estructuras Víbrales del que habla se
activan, dando las percepciones (sobreviniendo, de manera concomitante) de zonas
de activación, precisas, de una de las Coronas, de una de las Puertas, al mismo
tiempo que las palabras son pronunciadas.
Cuando el Corazón habla, no puede ser más tolerado, dentro de la
conciencia egótica de base, la menor distorsión de comunicación, ligada a la
interpretación o al sentido erróneo de lo que es transmitido o
recibido.
Cuando el Corazón habla, el que se coloca, entonces, en la escucha,
será impregnado, no por el sentido de las palabras, pero sí por la Vibración de
las palabras, añadiendo la Transparencia y la incapacidad de modificar o de
interpretar el sentido de las palabras pronunciadas.
Cuando el Corazón habla, comulgar a su propio Corazón, como comulgar
a nuestras Presencias, se vuelve cada vez más fácil.
Cuando el Corazón habla, no puede existir la menor huella de
seducción o de depredación en los propósitos tenidos, tanto en su sentido como
en su Vibración.
Cuando el Corazón habla, toda palabra no está más ligada a cualquier
tiempo. Lo que quiere decir que las palabras y las frases pueden expresarse, y
retomarse en un tiempo ulterior, sin que el sentido de ellas sea alterado. El
Corazón tiene por costumbre hablar y expresarse, a través de la conciencia
egótica de base, a menudo por metáforas, por imágenes que no pueden prestarse a
confusión en cuanto al sentido de su interpretación. Las palabras pueden ser
pues definidas como las más justas y las más adaptadas, no a la conciencia
egótica de quien el Corazón habla, sino a la de quien son dirigidas esas
palabras. Hay pues un empleo del vocabulario que no es más resultante de los
conceptos del que habla, sino, más bien, del que recibe, con el fin de que la
comprensión el sentido de lo que es emitido, por la Vibración el sentido de la
palabra, no pueda ser alterada.
Cuando el Corazón habla, toda voluntad o todo sobreentendido
apuntando a acusar al otro, se borra totalmente. Hay una forma de reajuste de la
palabra. Lo que es expresado, es el Ser interior, y no más cualquier crítica del
Hermano o de la Hermana que está enfrente. Ejemplo muy simple: imaginen que
están en la conciencia egótica de base, y que el Corazón habla, un Hermano o una
Hermana, cualquiera sea su lugar en vuestro medio ambiente, los hiere. Lo que
ustedes van a sentir, y lo que van a expresar, no es: “tú me has herido” sino,
simplemente: “lo que tú has expresado me ha herido”. Hay pues una
despersonalización, de algún modo, de la relación egótica de base. En ese caso,
el otro no es más concebido como un adversario, un competidor, o un ser
distinto: ustedes no hablan más de él, sino del efecto de sus palabras sobre
ustedes. Y el efecto de sus palabras no representa lo que él es. Esto no tiene
que volverse una regla, pero es una regla que se establece por si misma cuando
la conciencia del Corazón habla. En lo que ustedes llevan, actualmente, en lo
que se les da a vivir y a experimentar, la inteligencia de la Luz les dará
siempre las circunstancias de vida para verificar, por ustedes mismos, de manera
cada vez más instantánea y lógica, la diferencia entre el hecho que la
personalidad expresa y el hecho que vuestro Corazón habla (que les hable a
ustedes o a no importa qué otro interlocutor). Las palabras se vuelven muy raras
puesto que son portadoras de Vibraciones: siendo portadoras de Vibraciones, el
sentido es inmediato y no depende más, de ninguna manera, de un aspecto
introyectivo o de un aspecto proyectivo.
Cuando el Corazón habla, los ojos hablan, al mismo tiempo, antes que
la boca. Existirá pues, cada vez más fácilmente y espontáneamente, una
capacidad, no a leer los pensamientos, sino a leer la mirada del otro. Muchos
más allá de lo que va a ser dicho y mucho más justamente que lo que puede ser
dicho por este otro.
Cuando el Corazón habla, lo hace con sabiduría. Todo lo que está
ligado a la reacción, al impulso (considerado como lógico en el corazón egótico
de base), se vuelve ilógico cuando el Corazón se expresa. Se viva lo que se
viva, en la relación que sea, no puede existir la posibilidad o la capacidad,
para aquel cuyo Corazón habla, de ser herido, afectado o manipulado por alguna
expresión y alguna intención que sea, que venga de lo que es nombrado “el otro”.
Eso, sin tener necesidad de protegerse, sin tener necesidad de prevenirse, sin
tener necesidad de interpretar sea lo que sea.
Cuando el Corazón habla, el sentimiento de plenitud, y de acuerdo
total Interior, está omnipresente. En ningún momento, aquel cuyo Corazón habla
puede poner en duda sus palabras o el sentido de lo que es dicho, no con
respecto a sí, sino con respecto a la relación y al otro.
Cuando el Corazón habla, será también posible notar, desde la
conciencia egótica de base, una modificación de inflexión, de entonaciones, de
timbre, de la intensidad de la voz.
Cuando el Corazón habla, no puede pues existir incomprensión, ya que
incluso el que no comprende, de todas maneras, tiene registrada, en sí, la
Vibración. Así era cuando Cristo hablaba: la metáfora, la parábola, tenían un
sentido que era captado instantáneamente, independientemente incluso de la
palabra pronunciada. El espíritu que es animado por el Corazón, habla en
parábolas, y habla en Espíritu, y al Espíritu.
Aquel cuyo Corazón habla, no pasa así pues más por el filtro de la
conciencia egótica de base (la suya, pero también la de su interlocutor), lo que
explica que haya más capacidad para tocar el Corazón del otro cuando el Corazón
de uno se expresa.
El conjunto de esas observaciones, primeramente, les será reconocible
extremadamente fácil, en segundo lugar, puede darles también para escrutar (sin
juicio) lo que sale de ustedes, y lo que es emitido por ustedes, dentro de toda
relación y de toda interconexión, humana o con otros
planos.
Cuando el Corazón habla, la Alegría aumenta. Cuando la conciencia
egótica deja expresar la personalidad, la Alegría se
borra.
Cuando el Corazón habla, cuando la resonancia es justa y total,
entonces, el sonido percibido dentro del Anthakarana se aumenta. Aunque, cuando
la conciencia egótica de base se expresa, el sonido disminuye, se minimiza. Esas
modificaciones de los sentidos habituales del hombre (ligadas a la puesta en
función del Corazón Ascensional, así como de los mecanismos que le concierne, y
que les serán descritos, de manera más exacta, por SRI AUROBINDO) se traducen,
para ustedes, por modificaciones (fundamentales, globales y directas) de
vuestras relaciones a lo que ustedes nombran entorno, en el sentido más amplio
(humano, como espiritual).
Los elementos de la naturaleza les aparecerán como vivos, no
solamente como una visión poética, sino como la realidad, la posibilidad, de un
intercambio Vibral entre esos elementos de la naturaleza y aquel cuyo Corazón
habla. Notarán que, espontáneamente, podrá aparecer el sentimiento de hablar, de
pronunciar algunas palabras, que eso sea hacia el Sol, hacia los vegetales,
hacia los animales. En ese momento, es el Corazón que habla: la conciencia
egótica de base no tiene ninguna razón de hablar a los árboles o a los animales,
si no son vuestros animales domésticos.
Una nueva banda de percepciones y de intercambios se vuelven así pues
posibles. Los sentidos habituales (la vista, el tacto, el gusto, el olfato, el
oído) se completan por una sensibilidad eléctrica y magnética. Un aumento o una
ampliación de la percepción consciente (así como de lo que es emitido por la
palabra, por los comportamientos) se volverá cada vez más evidente para percibir
por aquel cuyo Corazón habla. Pero también para el otro, situado en la
conciencia egótica de base, que no sabe que el Corazón puede hablar. Porque el
impacto será mucho más rápido, mucho más inmediato, mucho más sensato, mucho más
lógico, independientemente de toda voluntad. El reconocimiento de lo que yo
podría nombrar la firma eléctrica y magnética de un ser humano, para aquel cuyo
Corazón habla, se volverá manifiesta por los efectos Vibratorios, por los
efectos sobre la conciencia, directamente, y no más por el filtro de los
sentidos normales, sino directamente por los nuevos sentidos eléctricos y
magnéticos, que corresponden a la modificación de la recepción de la Luz por la
célula, por los chakras, por la conciencia misma.
Cuando el Corazón habla, constatarán que, nunca, cuando el Corazón
habla, puede ser ni cansador, ni molesto, que eso sea en sí, como en lo que es
nombrado el otro.
Cuando el Corazón habla, no puede existir la menor violencia, o el
menor sobreentendido violento, en lo que es emitido. Las diferencias entre el
momento donde el Corazón habla y los momentos donde la conciencia egótica (y
pues la personalidad) se expresa, serán así pues perfectamente diferenciados y
separados. Las implicaciones sobre el cuerpo (por la Vibración, e incluso por el
estado de forma y de humor) serán profundamente diferentes en los momentos donde
vuestro Corazón habla, y en los momentos donde vuestra personalidad habla,
dándoles, aquí también, más grandes referencias para ajustarse, sin dificultad,
con el fin de dejar el Corazón hablar.
Cuando el Corazón habla, finalmente, no puede existir posibilidad de
inducir al otro en cualquier error. El reconocimiento de sus debilidades, el
reconocimiento de la insuficiencia de la personalidad, o incluso los medios de
expresiones de la conciencia del Corazón, no serán más ocultados detrás de
coartadas, de pretextos o de falsos pretextos.
Cuando el Corazón habla, hay un crecimiento de la Alegría interior.
Cuando el Corazón habla, el Éxtasis no está lejos para aquel cuyo Corazón vive
el Corazón Ascensional. Así pues, a medida que los días y las semanas
transcurran, ustedes llegarán, cada vez más fácilmente, a colocarse en el
Corazón que habla, en vez de la personalidad que se expresa. La expresión no
será más simplemente un intercambio verbal, sino, más bien, una Comunión
Vibratoria, más allá de las palabras pronunciadas, más allá de los
sobreentendidos, y más allá incluso de la relación humana habitual, cualquiera
sea. Ustedes podrán incluso constatar (y sin desbordar demasiado mis
prerrogativas) que será cada vez más fácil constatar los intercambios y las
Comuniones pasando mucho más allá de las palabras, e instalando una comunicación
de naturaleza Vibral pudiendo incluso a veces pasar de toda palabra. Así es el
Corazón que habla.
Todo esto puede desarrollarse en un tiempo muy corto, o en un tiempo
un poco más largo, dependiendo, para cada uno de ustedes, de la puesta en marcha
del Corazón Ascensional. La comunicación se volverá mucho más intensa cuando el
Corazón habla, y cuando las palabras se callan (esto, en finalidad). Las formas,
llamadas primitivas, de telepatía comenzarán a aparecer. La percepción de
vuestro medio ambiente (a través de lo que nuestro Comendador ha llamado tanto
las Líneas de depredación, como las líneas sagradas empleadas por Sereti, o
incluso la percepción de las fuerzas etéricas a la acción) se les volverán cada
vez más evidentes, antes incluso de verlas, por la percepción directa de los
intercambios, no más energéticos, sino Víbrales.
El pensamiento mismo, estará sometido a ese Corazón que habla. No hay
pues que, asombrarse si los mecanismos del pensamiento pueden cambiar, por
completo, de manera bastante abrupta. Por ejemplo: ustedes tenían un hobby
(cualquiera sea ese hobby) y, de un día para otro, el Corazón que ha hablado les
hace olvidar este hobby. Esto está ligado al Corazón que habla. Que eso sea en
vuestras actividades, en vuestros comportamientos, en vuestros intercambios, en
vuestras comunicaciones, en vuestras relaciones, en todos los sectores de
vuestra vida: cuando el Corazón habla, entonces todo se desarrolla en otro
espacio-tiempo, dándoles a vivir, frente a algunas situaciones, una noción de
irrealidad. Frente a ciertas personas, frente a ciertos entornos, frente a
ciertos contextos o a ciertos lugares, constatarán con cada vez más agudeza, el
sentimiento de irrealidad o el sentimiento, real, de estar en una escena de
teatro no existente, hablando con propiedad.
Cuando el Corazón habla (y hablará, cada vez más), corresponde pues a
la instalación del Corazón Ascensional y a la mejor de las preparaciones del
mecanismo de Ascensión. Todo lo que es resistencia al Corazón que habla se
expresará pues por el contrario: en un resentimiento, una fragilidad, el
sentimiento de no estar estabilizado, el sentimiento de perder la Vibración, el
sentimiento de recaer o volver a caer en lo que no es más un teatro sino algo
penoso.
El conjunto de estos procesos, vividos y por vivir, los llevarán así
a plantear vuestra elección, no a nivel mental, sino, directamente, a nivel de
la conciencia y de la Vibración misma, correspondiendo a lo que ustedes están
viviendo sobre este mundo. Esto es lo que puede ser esperado durante la
instalación del Corazón Ascensional y esto es lo que será observado, por la
mayor cantidad de los que viven esto. Con respecto a estas palabras, muy simples
y concerniente a lo que yo les he dicho, si hay necesidad de aclaraciones
suplementarias, los escucho.
Pregunta: ¿lo que se acaba de decir está en relación con la
Transparencia?
No exclusivamente. Esto está en relación directa con la
Transparencia, la Humildad, la Simplicidad, la voz de la Infancia, y Ki-Ris-Ti.
La expresión del Hijo Ardiente del Sol. El Sol da su Luz, sin discriminar. El
Hijo Ardiente del Sol hace lo mismo.
Pregunta: ¿Esto se pone en marcha cuando la Onda de Vida alcanza el
Corazón?
Esto se pone en marcha en el proceso de Liberación, que eso haya sido
activado por la Onda de Vida. Que eso haya sido activado por el Supra-Mental,
por un contacto dentro del Canal Marial, por una de las Estrellas, uno de los
Arcángeles o uno de los Ancianos, el resultado es el mismo.
Pregunta: ¿La comunicación Interior se establece pues mucho antes de
la del exterior?
Es el momento preciso, cuando el Corazón habla, donde hay realmente
la vivencia que el exterior y el Interior no hacen más que uno, y que toda
realidad está inscrita, ante todo, en vuestro Corazón, antes de ser visible, de
alguna manera, al exterior. Lo que se produce en el mundo, se produce en
ustedes. Lo que se produce en el otro, se produce en ustedes.
Pregunta: ¿Eso vuelve a establecer una relación de
Unidad?
Es una relación de Corazón a Corazón, que acompaña la Unidad, y que
acompaña el Absoluto.
No tenemos más preguntas, le agradecemos.
Hermanos y Hermanas encarnados, en este espacio, todos juntos, en
nuestra Unidad y Unificados, hagamos un instante y dejemos pues el Corazón
hablar, en el Silencio de nuestra Comunión.
…Compartiendo el Don de la gracia…
Yo soy Hermano K, y les digo hasta pronto.