DESDE LA SIMPLICIDAD DEL CORAZÓN
Por el Maestro Jesús, con la presencia del Arcángel
Zadkiel
Por el Maestro Jesús, con la presencia del Arcángel
Zadkiel
Amados hermanos.
Vengo en esta bendita tarde hacia vosotros, junto con el Arcángel Zadkiel, a
recordaros, desde la simplicidad de mi corazón. A recordaros… solo a recordaros.
Cuando yo encarné en la amada Tierra como Jesús de Nazaret, mis enseñanzas
eran simples. Pero a veces, por la mentalidad de la época,
no captaban mis mensajes, ya que
entonces también, su parte de mente racional no les permitía ver
la simplicidad.
Con todo esto mis amados, quiero que os preguntéis a vosotros mismos,
¿de dónde proceden vuestros pensamientos?
¿Desde vuestra mente física y racional?
¿Desde vuestros Templos
Sagrados del Corazón?
Yo podía haber nacido en un palacio, pero elegí la simplicidad de un
pesebre. Porque mi verdadero hogar… los tesoros, hermanos, están en vuestro Sagrado
Corazón.
Porque seguís en la dualidad, si vuestra casa física ¿es más o menos
hermosa? O si vuestros cuerpos físicos ¿son más altos, o pequeños?
Elegid la simplicidad… el camino de la simplicidad. Y de ese modo,
hallaréis vuestro verdadero hogar… vuestra casa interna. La que no juzga.
¿Desde vuestra mente física y racional?
¿Desde vuestros Templos
Sagrados del Corazón?
Yo podía haber nacido en un palacio, pero elegí la simplicidad de un
pesebre. Porque mi verdadero hogar… los tesoros, hermanos, están en vuestro Sagrado
Corazón.
Porque seguís en la dualidad, si vuestra casa física ¿es más o menos
hermosa? O si vuestros cuerpos físicos ¿son más altos, o pequeños?
Elegid la simplicidad… el camino de la simplicidad. Y de ese modo,
hallaréis vuestro verdadero hogar… vuestra casa interna. La que no juzga.
No compara… ni compite.
Es ahí donde Yo, Jesús, dejé plantadas
las semillas… para que reguéis con cada pensamiento… y abonéis con actos de
Amor, para vosotros mismos y
para los demás.
Esparcir vuestra Luz y belleza, encontrando alineamiento a vuestra Mente
Superior. Todo parte de ahí… desde el Corazón.
Por ello, amados, junto al Arcángel Zadkiel, depositen ahora en la llama Violeta,
todos esos pensamientos de duda… vuestros miedos… y temores… que una y otra vez,
inundan vuestras mentes inferiores.
Es ahí donde Yo, Jesús, dejé plantadas
las semillas… para que reguéis con cada pensamiento… y abonéis con actos de
Amor, para vosotros mismos y
para los demás.
Esparcir vuestra Luz y belleza, encontrando alineamiento a vuestra Mente
Superior. Todo parte de ahí… desde el Corazón.
Por ello, amados, junto al Arcángel Zadkiel, depositen ahora en la llama Violeta,
todos esos pensamientos de duda… vuestros miedos… y temores… que una y otra vez,
inundan vuestras mentes inferiores.
Para que sean transformados… transmutados… y purificados.
Y de ese modo, acceder a una forma más elevada de Ser.
Amados… Transitar el sendero de la Luz desde la simplicidad… donde los
tesoros de mi Padre, que son vuestros, os esperan.
Mis bendiciones son con vosotros, amados.
Jesús de Nazaret
Amados… Transitar el sendero de la Luz desde la simplicidad… donde los
tesoros de mi Padre, que son vuestros, os esperan.
Mis bendiciones son con vosotros, amados.
Jesús de Nazaret
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