Un órgano Enfermo es un Guardian del Amor
Arcángel Rafael
Canalizado por Juan E. Asuad
Septiembre 1 de 2011
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Saludos, Amados, Rafael Yo Soy, Yo Soy el Arcángel de Sanación
para la Tierra, y para vosotros, mis hermanos Amados. Hoy hablo a los Sanadores de
Oficio y Vocación, y hablo también a los Sanadores de Corazón. Los de Oficio y
Vocación son aquellos que sienten en su Alma el llamado a Servir a Dios y a la humanidad haciendo de puentes con la energía sanadora universal (que yo administro para este planeta),
y a esto dedican su tiempo y energía, tomando esto como su papel principal en la Tierra.
Y cuando digo Sanadores de Corazón me refiero a todos los hombres, porque absolutamente
todos son Sanadores en su corazón, todos tienen el poder de reparar sus heridas y las de sus hermanos. Hoy quiero hablaros acerca de vuestros órganos. Y quiero hablaros de por qué son
los que en un acto de Amor puro se sacrifican por vosotros.
Vuestros órganos son las pequeñas partes que componen el todo de vuestro organismo. Todas las partes de vuestro organismo están entrelazadas entre sí, se afectan unas a otras, y todas son sensibles al desequilibrio que pueda haber en cualquier parte de vuestro organismo. Pero vuestro organismo físico no se rige por sí mismo. Son vuestra mente y vuestra emoción quienes dan las ordenes a vuestros órganos a través de los diferentes sistemas; nervioso, simpático y parasimpático. ¿Por qué os hablo de vuestra mente y emoción? Porque estas son, en la escala de manifestación desde los planos superiores, las esferas más cercanas a vuestro cuerpo físico y por tanto son las que más le afectan.
Por tanto la Armonía de vuestro organismo, con todos sus componentes, está sujeta a la
armonía de vuestra mente y emoción, es decir de vuestra Alma. Si vuestra Alma está acorde
con vuestro Espíritu, con Dios en Vosotros, vuestro cuerpo está Sano y Armónico. Mas cuando vuestra Emoción y Mente no está acorde con lo que sois, cuando vivís con Miedo en vuestro cuerpo de emoción e inarmonía en el pensar, cuando no dejáis que se dé la libre expresión de vuestro Ser, entonces enfermáis. Casi todos los Seres humanos tienen algún punto, algún órgano específico que le duele, que le falla. Esta es la señal inequívoca de que algo anda mal en su vida. El órgano dañado no es más que el reflejo de la energía psíquica inarmónica, del conflicto interno.
Vuestro cuerpo capta las señales que le enviáis en forma de pensamiento y emoción, energía represada y en conflicto, y la refleja para que podáis verla, de lo contrario no la veríais. El
cuerpo entero es el espejo del Alma. Cuando un órgano os duela, o no funcione como debería funcionar, buscad de inmediato la inarmonía que está en vuestra Alma, el conflicto que tenéis por dentro, el punto de desequilibrio que tenéis que solventar. Sentaos, y en meditación preguntad a vuestro órgano qué tiene, cuál es la energía mal cualificada que él, en un acto de Sacrificio y Amor por vosotros, ha decidido asumir para que podáis ver lo que a vosotros
os falta. ¿Y qué es mis Amados, en última instancia, lo que os falta? os falta Amor. ¿Y qué es mis Amados, en última instancia, lo que os enferma? el Miedo, el miedo a vivenciar ese Amor Absoluto e incondicional hacia vosotros mismos.
Vuestro cuerpo reciclará y os mostrará vuestro Amor o vuestro miedo, según elijáis. Así que tomad vuestro órgano enfermo, o el de vuestro paciente, y llenadlo de la energía sanadora del universo, habiendo entendido lo que ese órgano quiere mostraros, quiere deciros, e inundadlo
de luz, pedidle perdón y agradecedle por la labor que ha hecho, y decidle que ya no necesita
estar más enfermo, que ya habéis aprendido, que vais a modificar lo que debéis modificar y que puede llenarse de armonía otra vez. Porque sabed mis amados, que el órgano en su infinito
amor y entrega, no dejará de enviaros las señales, aún a costa de su bienestar, hasta que entendáis el mensaje de Cambio y Amor que os quiere enviar, hasta que entendáis la Alerta.
Ese es el regalo de Amor que os da vuestro cuerpo, tanto os Ama que se sacrifica por vuestra Evolución. Ese órgano asume vuestro desamor, vuestro miedo, vuestro conflicto, para que
podáis verlo. ¿Cómo le vais a pagar? Debéis estar muy agradecido con ellos, aprendiendo
de él, escuchándolo, y luego, devolviéndole su Armonía con vuestro Amor. Cuánto os ama este bello elemental que es capaz de dar la vida por vosotros asumiendo vuestra inarmonía para confrontaros con ella ¿no es éste el mayor acto de Amor?
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